Por ello, es muy importante seguir, como rutina, un tratamiento de higiene facial a la semana. La higiene facial es un tratamiento ideal para pieles grasas y/o con impurezas.
El primer paso antes de realizar un tratamiento de higiene facial es diagnosticar el tipo de piel ya que cada tipo de piel requiere unos procedimientos diferentes. En concreto, la piel puede ser normal, seca, deshidratada o grasa.
A través de una adecuada limpieza del rostro se mantiene el equilibrio de la piel y se retarda el envejecimiento.
Los tónicos y humectantes de calidad ayudan a recuperar la luminosidad de la piel, la hidratan y aumentan la elasticidad de las fibras cutáneas.
La limpieza facial aporta vitalidad al rostro y aumenta la capacidad de defensa de la piel.También estimula la micro circulación, produciendo un efecto calmante, cicatrizante y suavizante.Qué es una limpieza facial profesional
Aunque limpiemos nuestra piel todos los días, siempre quedan restos que exigen un tratamiento más profundo.
La limpieza facial profesional completa nuestros pequeños rituales de limpieza cotidianos. No es un sistema para parecer más joven; su objetivo es limpiar en profundidad células muertas y feas espinillas y tonificar los músculos de la cara gracias a los masajes.