Cuántas veces hemos escuchado los términos «retención de líquidos» o «edema» que se caracterizan por una inflamación generalizada relacionada con causas variadas, que puede ser pasajera como en el caso del embarazo, del síndrome premenstrual, o localizada y crónica después de una operación quirúrgica durante la cual se ha interrumpido la circulación linfática debido a que se han extraído ganglios linfáticos o afectado este delicado sistema de depuración que tiene nuestro cuerpo, dando lugar a que la linfa se acumule en los tejidos.
La linfa es ese líquido transparente como el agua que circula por nuestro cuerpo y que sirve para depurar los tejidos y representa el 15% de nuestro peso.
Difícilmente habrá una forma más eficaz para ayudar al cuerpo a eliminar el exceso de líquidos acumulados por estas causas que el drenaje linfático, aplicado ya sea manualmente o por medio de equipos o aparatos diseñados con esta finalidad.
El drenaje linfático manual es un procedimiento mediante el cual se aplica un masaje sumamente suave rítmico y relajante para drenar los tejidos, siguiendo el circuito que sigue la linfa en el cuerpo y las correspondientes cadenas de ganglios. Favorece la circulación sanguínea y linfática y por eso es insustituible para eliminar la retención de líquidos del cuerpo.
Cuando se aplica un masaje de drenaje linfático por una persona preparada para hacerlo, se beneficia el sistema nervioso, al sistema inmunológico y se drenan los tejidos. Se utiliza con mucho éxito para prevenir o resolver edemas de brazo después de una mastectomía, en operaciones de articulaciones, para la celulitis, en tratamientos adelgazantes, para las piernas cansadas, en problemas digestivos, en insomnio o estrés.
Hacia el Corazón
El drenaje linfático está destinado a ayudarle al cuerpo a depurarse y siempre va en dirección al corazón: en las manos y brazos se dirige hacia arriba, e igualmente en las piernas y tronco, pero siempre después de liberar primero la zona de las fosas situadas en las clavículas para facilitar el drenaje de la linfa que se va llevando desde otras zonas.
También debe respetar el ritmo ondulante natural de esta circulación que hace avanzar la linfa a intervalos de 4 ó 5 segundos de presión suavísima por 1 ó 2 de descanso. Es por esta razón que es buena idea utilizar música de fondo acompasada de ritmo suave y constante durante este masaje.
La presión que se ejerce sobre la piel es casi imperceptible, así que jamás producirá dolor sino una sensación de alivio ya que se va empujando ligeramente la superficie de acuerdo a la técnica elegida.
Círculos
Las técnicas para dar un masaje de drenaje linfático pueden variar entre la que se aplica de forma circular con las manos y dedos estáticos y el movimiento que se hace sólo con las muñecas, principalmente en el área del cuello, cara, zonas ganglionares superficiales, como en las axilas o ingles y en las rodillas, manos y pies.
Bombeo
En la técnica de bombeo, las manos se colocan sobre la zona a tratar adaptando la palma de la mano a la superficie de la piel, empujando suavemente con un giro de la mano y otro giro con la mano relajada para avanzar para completar las dos fases. Esta modalidad se utiliza principalmente en brazos, piernas y lados del tronco.
Giros
En las grandes superficies como la espalda, pecho, vientre y zona de los glúteos y lumbar, se utiliza esta técnica en la que las manos se apoyan sobre la zona a tratar y se hace un movimiento de empuje que termina desplazando hacia dentro del pulgar hasta que la mano queda adherida a la piel.
La utilidad del drenaje linfático es invaluable y específica en los siguientes casos:
– Linfedemas de brazos o piernas
– Retención de Líquidos durante el embarazo
– Acné
– Celulitis
– Estrés
– Programas de Adelagazamiento
– Retención de Líquidos por Acumulación de Toxinas
– Depuración de Tejidos para Vivir Saludablemente
Manualmente, este masaje puede aplicarse en la cara, cabeza, cuello, tórax, abdomen, brazos, piernas, nuca, región lumbo sacra.
Los equipos especiales para el drenaje linfático lo aplican colocando a la persona pantalones o chaquetas neumáticas programados de acuerdo a la zona a tratar y que ejercen la presión adecuada, en intervalos controlados electrónicamente, afortunadamente ya se dispone de estos equipos en nuestro país y también cada vez hay más terapeutas preparados para aplicar el insustituible drenaje linfático para resolver los problemas de retención de líquidos o edemas, que se convierten en problemas médicos de muy difícil solución con medicamentos.
Fuente: www.revistamundonatural.com